¿Menos protestas?
Por Jesús Madrid
El gobierno estatal ha declarado con orgullo que las manifestaciones han disminuido un 19 % en lo que va del año. Un dato que, en apariencia, podrÃa interpretarse como un logro. Pero, ¿es realmente un sÃntoma de paz social o simplemente el resultado de una estrategia para invisibilizar el descontento?
En las últimas semanas, hemos sido testigos de protestas legÃtimas. Ex burócratas, despedidos por el decreto 24, tomaron la caseta de Huitzo para exigir su reinstalación laboral, pidiendo lo mÃnimo: una mesa de diálogo, una oportunidad para recuperar su sustento. En paralelo, artesanas y artesanos de todo el estado, incluso quienes han vestido a figuras de alto nivel nacional, decidieron abandonar las ferias del Centro Histórico ante la discriminación y los privilegios otorgados a ciertos grupos. ¿Cómo puede hablarse de menos protestas cuando estas historias de injusticia siguen sucediendo, una tras otra?
Lo que realmente parece haber disminuido no es el descontento, sino la cobertura y el reconocimiento oficial de estas voces. Filtrar imágenes de festividades y proyectar una aparente normalidad no elimina los reclamos reales de la ciudadanÃa. Más bien los silencia. ¿Acaso se construye gobernabilidad ignorando a quienes más necesitan ser escuchados?
Que se celebren estadÃsticas manipuladas mientras mujeres y hombres que han dado su vida al servicio público o al arte tradicional, sean relegados y desoÃdos, habla de la forma de gobernar desde Palacio.
En vez de maquillar los números, urge abrir espacios reales de diálogo, soluciones concretas y polÃticas públicas que respeten la dignidad de las y los oaxaqueños. Porque Oaxaca no necesita menos protestas: necesita menos razones para protestar.