Por Diego Martínez Sánchez / @diegomtzsanchez
Con tan solo dos años de su edad adulta viviendo en Oaxaca, el Senador plurinominal, Raúl Bolaños Cacho Cué, ya quiere ser gobernador del estado. Respaldado claro, por la ambición de la familia Murat, a quienes los Bolaños Cacho llevan sirviendo varias décadas.
Como él mismo lo ha dicho, gran parte de su infancia, así como su adolescencia y su formación universitaria, la realizó fuera de Oaxaca, viviendo por etapas en la ciudad de México y en el extranjero. Siendo hasta la llegada de Alejandro Murat, su ejemplo a seguir; que el joven Cacho Cué regresó a esta tierra, la que alguna vez fue gobernada por uno de sus antepasados, así como saqueada por otros de sus ancestros, algunos en una historia no muy lejana.
Al fungir como el secretario particular del nuevo gobernador, Cacho Cué se posicionó rápidamente como un eje de comunicación directa con el mandatario, sin embargo su inexperiencia y falta de capacidad para atender los temas del Estado se evidenciaron rápidamente, aunque la confianza de Murat (y no precisamente Hinojosa) hacia el nuevo proyecto político lo mantenía protegido.
Esto lo llevó a ocupar la Secretaría de Desarrollo Social y Humano, un área estratégica para conocer a fondo la realidad sociopolítica del estado, al igual que para establecer las relaciones con los gremios sociales más importantes de la entidad, no obstante, nuevamente la insuficiencia de Cacho Cué fue evidente, así como la corrupción en los programas sociales que administró con sus nulos resultados.
Pero no estaban dispuestos a darse por vencidos y decidieron, o más bien acordaron, su llegada al senado por la vía plurinominal, aunque eso implicara dejar atrás al Revolucionario Institucional y a sus candidatos, operando el voto a favor de la coalición Morena-PT-PES. Lo que le permitió obtener su curul por el Partido Verde al desplazar a la candidata del PRI, Sofia Castro Ríos.
A pesar de haber llegado por la alianza PRI-Verde, su primer acto político como Senador fue alinearse a Morena y al Presidente Andrés Manuel López Obrador, apoyando incluso a sus candidatos en otros estados y creando alianzas con las fuerzas políticas que solían ser su “oposición”. Todo ello buscando la gracia y atención del primer mandatario y la posible nominación bajo la alianza Verde-PT-Morena, al gobierno de Oaxaca.
Sin embargo, el acto final fue la ampliación del mandato del Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, propuesta firmada por Bolaños Cacho Cué, pero enviada por el titular del Ejecutivo Federal. Siendo un ejemplo más del servilismo y traición que práctica el joven senador.
Técnicas que hasta el momento no han servido de mucho, ya que todos sus esfuerzos no dieron los resultados esperados al ser bloqueado por Ley, para llegar a la Presidencia del Senado, la que sería su puerta de entrada al Gobierno de su natal Oaxaca. Ello pese a los esfuerzos de sus “padrinos” José Murat Casab y Ricardo Monreal, dos viejos referentes de lo más oscuro y turbio de la política mexicana.
Por ahora, un escalón fue bloqueado pero ello no ha desanimado al Senador, quien hoy sueña con que mañana puede ser gobernador, o al menos el candidato solitario del Partido Verde en el próximo proceso electoral, lo que le permitiría negociar la resta de votos al Revolucionario Institucional y fortalecer a su partido con acuerdos económicos y políticos con Morena, quien seguramente obtendrá el triunfo en el 2022, sin importar mucho quién pueda ser su candidato o candidata.
Y aunque Bolaños Cacho Cué seguirá insistiendo en ser parte de la Corte presidencial para recibir la gracia y favor del primer mandatario, la realidad es que en el primer circulo del presidente Obrador, más de uno le ha advertido que el Senador no es más que un instrumento de un mal mucho peor, por ello es poco probable su designación bajo la mencionada coalición, no obstante, afirman que alguna recompensa habrá por su sacrificio internacional al violar la Constitución Federal.
Aunque claro, deberá superar más de un obstáculo que le han impuestos sus contrincantes y uno que otro político aludido por las traiciones del aún inexperto senador.
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